Copenhague y Malmö están a un extremo y otro del estrecho que separa Suecia de Dinamarca. Desde hace pocos años están unidas por un puente. En tren, tan sólo están a 20 minutos
Llego perdidísimo, media hora buscando la oficina de turismo que tenía delante de mis narices, media hora más de cola y me dan la dirección del albergue, otra media hora andando, y nada más dejar la mochila en el albergue, a descubrir Copenhague.
Lo primero que me encuentro,subiendo por el Boulevard Hans Cristian Andersen, el museo Carlsberg
Justo después, la Radhus Pladsen, el centro vital de la ciudad
Dos guerreros vikingos ordenando el tráfico
“Radhus” quiere decir “ayuntamiento
La calle Stroget está llena de tiendas, dicen que es la calle peatonal más larga del mundo
Callejón
Desde la plaza Hojbro asoma el campanario de la Nikolas Kirke (iglesia)
La iglesia en cuestión
Plaza Kongens Nytorv, con unos edificios preciosos
Nyhavn (lease “niujafn”) es un canal que se adentra desde el puerto, lleno de bares, restaurantes y guiris. Había españoles y Carlsberg por todas partes
Una maravilla
En el palacio de Amalienborg está la residencia de la familia real. Ese que va a caballo es Frederick V
En realidad son 4 edificios, uno a cada esquina de la plaza
No me gustaría trabajar de esto
La Marmorkirken, iglesia de mármol
Marmorkirken por dentro
Iglesia de Alexander Nevski
Una vez cruzada la parte antigua de la ciudad, el parque Churchill está al otro extremo. Un canal separa el antiguo fuerte del Kastellet
Iglesia de San Albano
Por dentro
La fuente de Geflon, parece ser que la diosa, al arar con los bueyes (que eran sus hijos), separó la isla de Sealand (en la que está Copenhague) del continente... mitología vikinga
Con lo pequeña que es, lo feo que es el entorno y la cantidad de gente que hay, la verdad es que iría a ver otras estatuas antes que la Sirenita. Pero es el símbolo de la ciudad
Entrada al fuerte del Kastellet, sembla català
Dentro del Kastellet hay edificios bonitos
De vuelta al centro, la Sankt Pauls Kirke
Los jardines reales, un oasis en medio de la ciudad
Y el castillo de Rosenborg en su interior
En el meollo de la ciudad. Las danesas no tienen nada que envidiar a las suecas
El Cristo esculpido en la Vor Frue Kirke, impresionante
Iglesia de Sankt Petri
Dentro del Kastellet hay edificios bonitos
La estación central, ahora sin mochilón a la espalda se ve mejor
Enfrente está el Tívoli, un enorme parque de atracciones
Me venían ganas de subirme ahí arriba
Y por fin, con las piernas ya cansadas, al albergue otra vez... menudas vistas
La verdad es que entré en muy pocos sitios, al principio quería quedarme un día más, pero tal como estaba el tiempo, me fui a probar suerte en la otra punta del país: próximo capítulo Aalborg y Arhus. También llovía...
Ei! Bons reportatges per començar!!!! Benvingut al món dels blogs, t'anire seguint!
ResponEliminaTranquila, que també hi haurà muntanya, però és que aquest estiu m'ha tirat més la city (europea).
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