En verano de 2005 hice esta ruta entre Porte y l'Hospitalet, pueblos situados a ambos extremos del túnel de Puymorens. La ruta más corta entre ambos, por el Col de Puymorens, no llegaría a un par de horas de camino; por lo tanto di una vuelta subiendo al Estany de Lanós hasta la Portella de Bessines y bajando por el valle del mismo nombre hasta l'Hospitalet. De hecho, podría haber completado la circular y volver a Porte, pero ya me habría ocupado todo un día de pateo.
Ruta (en azul) sobre mapa del IGN francés
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Salgo de Porte por la carretera general en dirección al Col de Puymorens hasta la primera curva muy marcada a la izquierda. Ahí hay carteles indicadores sobre los itinerarios del Valle de Lanós, que se abre entre las cimas de Fontviva y Coma d'Or por un lado, y la Serra de la Portella de Bac d'Ortella por la derecha
A medida que voy remontando, el valle va quedando abajo. Al fondo quedan los picos de Font Freda y Font Negra, y detrás de todo asoma el Puig Pedrós (el de Meranges, ya que encima de Lanós hay otro Puig Pedrós)
Picos de Coll Roig a la derecha; el Carlit asoma por la izquierda
Cuando el valle gira hacia el norte, aparecen los restos de las antiguas minas de Lanós
Antes de llegar al embalse, el camino cruza el río y cambia de vertiente. Detrás, el Puig de Font Viva (izquierda) y la Portella de Lanós
Al fin aparece el Carlit
Al otro lado del embalse se alza el Puig Pedrós de Lanós
Hay que seguir junto a la orilla oriental del lago para ir hasta el extremo opuesto. Aquí empecé a ver que encontraría más nieve de la esperada, pero por suerte no tuve dificultades. En el centro, la Portella d'Orlu, entre las cimas de Lanós y Etang Faury (izq.) y el Puig de la Grava (dcha.), todas de más de 2.600 m.
Del otro lado, el Carlit y el Castell Isard
Muchos torrentes bajan desde estas cimas hasta el Estany de Lanós
Una mirada atrás: la Serra de la Portella de Bac d'Ortella, continuación del cordal del Carlit hacia el SO. Por debajo se abre el valle de Lanós
Llegando al extremo opuesto del lago. El Coll de la Coma d'Anyell se adivina entre el Puig de Bacivelles, a la izquierda de todo, y el de Lanós, en el centro
El menda en la nieve
Por fin, la Cabana de Roset. Es un refugio muy precario bajo el Puig de la Grava, en donde se cruzan el GR 7, el 10, el 107 y el Tour del Carlit,
El Estany de Lanós, ahora desde la otra punta
El GR 7 se desvía hacia la Portella d'Orlu; sigo los GRs 10 y 107, que suben al Coll de la Coma d'Anyell, sobre el Estany de Llanoset
Los dos lagos enmarcados bajo el Carlit
En el Coll de la Coma d'Anyell, 2.470 m.
También es un cruce estratégico de caminos
Buena vista sobre el Circo de Lanós: el Puig Peric a la izquierda de todo; Puig de la Grava, Coll de la Grava, Castell Isard, Carlit y Pics de Coll Roig, hacia la derecha
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Y del otro lado, el valle del Arieja. Hacia allí voy
Dutante la bajada van apareciendo pequeños ibones a cada momento
La bajada desde la Coma d'Anyell. Por este lado parece que el ascenso sería más duro que desde los lagos; es mucho más pedregoso y tiene mayor pendiente
Puig Pedrós de Lanós, ahora desde la vertiente norte
El sendero sigue el río, adentrandose en el Valle de Bessines
Sigo bajando en dirección al Estany de Bessines. Al fondo se ven los picos de la Cabaneta y Escobes, fronterizos con Andorra
Antes de llegar al lago, se pasa por el Refugio de Bessines. No llegué a entrar, pero parecía muy grande
El río de Bessines formaba meandros antes de verter sus aguas en el lago. Me encantan estos paisajes de "aguas tuertas"
Al fin llego al lago. Las cimas ya quedan muy arriba
Un alud no se llevó por poco la Cabana de Bessines. Parecía bastante reciente...
Por encima de mi cabeza empezaba a complicarse el cielo... las cimas junto a las que acababa de pasar ya estaban casi tapadas
Ahora ya solo queda una larga bajada por el Valle del Arieja
Al fondo pasa la carretera de Toulouse a Andorra y la vía del tren
Pero aun me queda un buen cacho hasta llegar a mi destino
Finalmente llegué a Hospitalet tras casi todo el día caminando; ahora me queda esperar al tren para volver a Porte
Fue mi primera toma de contacto con la región francesa del Arieja, esa gran desconocida y que cae tan cerca... Espero que no sea la última