Segunda jornada de mis pateos por el GR 4, Ahora atravesando la Serra de Catllaràs, una de las grandes desconocidas de la montaña catalana. Por decir que no me encontré absolutamente a nadie durante casi todo el camino, tan sólo me crucé un coche y un par de excursionistas.
Salgo de la Pobla hacia el sur, cruzando el Llobregat
(Clicar encima para ampliar las panos)
El Puigllançada, arriba de todo, ya queda lejos
Toda la subida va a estar rodeada de espesos bosques, casi todo pinos
A medida que voy ascendiendo se divisan otras cimas más lejos, hasta el Puigmal
El camino es maravilloso
Poco a poco llego a la Iglesia de Falgars. Aquí enlaza la variante GR 4.2 que viene del Coll de Pal
En algunos lugares el hayedo sustituye al pino; la pena es que las hojas ya habían caído
Así voy subiendo suavemente hasta llegar al Camp de l'Ermità, cruce de caminos donde el GR se endereza y tira p'arriba
Empieza a aparecer el blanco elemento...
Y en algunos rellanos hay unas vistas preciosas sobre el Moixeró, el Cadí y el Pedraforca
... o sobre el Puigmal y el Coma Ermada
Coll de Sant Miquel; aquí cambio de vertiente, pero antes... esa cima de ahí es la más alta de la Serra de Catllaràs
Y desde el Coll, se sube en un ratito, por en medio del bosque y sin ningún camino evidente: el Serrat Negre, 1.781 m.
No habían grandes vistas... el bosque lo tapaba todo. Ya de bajada, en dirección a Sant Romà de la Clusa
Por el camino habían algunas masías que ya me las quedaría yo
Esta la tendría que arreglar un poquito, pero no le hubiera hecho ascos
Otras cimas más modestas: el Cap de la Baga de Cabanelles
A mediodía llego a Sant Romà de la Clusa
Aquí vive Ramon, un ex-urbanita que se ha venido aquí arriba y está arreglando una de las casas como refugio-albergue rural. Muy buen sitio para repostar
A la salida, el camino pasa sobre un risco donde años atrás habían unas instalaciones para subir leña por un cable, según me contó Ramon. Además de subir leña, tenían unas vistas acojonantes: un mar de nubes entre el Montseny y Montserrat
Bajando entre los peñascos
...llego a Castell de l'Areny; un pueblo con más restaurantes que habitantes
Pequeño pero bien bonito
Con tanto repostaje se me ha hecho tarde...
Con las últimas luces del día llego a Sant Sadurní de Rotgers, otra pequeña ermita
Pero de aquí a Borredà, ya tuve que sacar el frontal (aun gracias que lo llevaba)
Estaba en el coche a las 7 de la tarde, totalmente de noche, con las rodillas hechas trizas y un frío de mil demonios.
Me quedan 100 km. hasta Montserrat. Para las siguientes etapas lo voy a tener más difícil... en esta zona el transporte público brilla por su ausencia.