Ya estoy convirtiendo en una tradición esto de pasar algunos días de mis vacaciones por Euskadi. Algo tiene esa tierra, que me enamora, como para ir dos veces en menos de un año (y otras dos que no me lo pude combinar y me quedé con las ganas). Serán sus paisajes, sus bosques, sus montañas, sus gentes... serán mis amigos de Mendiak que hacen que me sienta como en casa... Aunque esta vez sólo pude coincidir con Coyote, que me va a hacer bermeotarra adoptivo después de haberme acogido ya dos veces, la primera para enseñarme la ría de Urdaibai y Gernika, a finales del año pasado.
En cambio, esta vez rompí la costumbre de ir sólo en vacaciones,; nadie se suele apuntar a mis planes (casi siempre montañeros), pero ahora me apunté yo a los de una inmejorable compañía. Dormimos en Bilbo, enfrente mismo de la Catedral, cuyos campanazos me hacían saltar de la cama a las 9h a.m. sin falta
Montse y Carmen me "contrataron" para que les hiciera de "guía", y como no quería machacarlas subiendo montañas que tampoco conozco, pues fuimos para el mar... Siguiendo la costa, seguro que no nos perdemos. Otra fotillo al Nervión a su paso por Bilbo, antes de salir...
... y en seguida en ruta a ver la costa de Bizkaia. Primera etapa, Ondarroa
(clicar sobre las panos para verlas grandes)
Multiculturalidad: Galicia y Catalunya visitando Euskalherria
Carmen y Montse (y el menda echando la foto), en el Puente Viejo sobre el río Artibai
Tras adentrarnos por sus callejones, nos acercamos a descubrir la iglesia Andra Mari, del s. XV, situada en la boca de la ría
Tras pasear un buen rato por sus calles encontramos por casualidad la carretera que une Ondarroa con Lekeitio por la costa. Vista general de la población, desde lo alto del puerto
Unos cuantos kilómetros de retorcida carretera, rodeada de pinos y eucaliptos que impiden ver el mar, hasta llegar a la playa de Karraspio. En medio de la desembocadura del río Lea se halla la isla de San Nicolás, a la que se puede llegar andando con marea baja
Al otro lado, Lekeitio. Encima el monte Otoio
Antes de comer, para hacer boca, nos paseamos por sus callejuelas...
...y bajamos al puerto buscando un lugar para repostar
Tras hincharnos de montaditos al lado mismo del Cantábrico, ponemos rumbo a...
... la basílica de Lekeitio
Al lado mismo del Udala Etxea (ayuntamiento)
La Basílica de la Asunción de Santa María de Lekeitio es un hito importante del gótico tardío de Vizcaya
No llegamos a entrar, pero desde fuera impresiona. Casi parece más una catedral
La isla de San Nicolás y la playa de Karraspio, desde el puerto de Lekeitio, al otro lado del río Lea
Desde aquí ya vemos, muy a lo lejos, el Cabo Ogoño. Ahora nos tenemos que desviar hacia el interior, pues no hay carretera por la costa
Pese a ello no tardamos mucho en llegar al puerto de Elantxobe
Situada en la ladera oeste del Cabo Ogoño, la población de Elantxobe consta de dos núcleos unidos por calles empinadas. Desde el puerto se ve más arriba el resto del pueblo
El muelle es un mirador privilegiado sobre el pueblo y el Cabo Ogoño
Una vez visto Elantxobe, rodeamos el Cabo Ogoño para entrar en Urdaibai. Aunque ya estuve aquí con Coyote el pasado diciembre, no creo que me canse de venir a contemplar esta ría. Para empezar, la playa de Laga...
... y la de Laida, con Bermeo y Sukarrieta al otro lado de la ría de Urdaibai, bajo el Sollube
De ahí a Gernika. Ya que no pude verla en mi primera visita allá por 1999, pues ahora en un año dos veces. La iglesia parroquial de Santa María desde la Plaza de los Fueros
En la misma plaza, el ayuntamiento
Me remito al reportaje de mi visita del pasado diciembre para las fotos de la Casa de Juntas y del roble de Gernika.
Aunque nos quedaba por ver la ría de Urdaibai, se nos vino la noche encima. Había que volver a Bilbo, cenar y prepararse para otra actividad muy poco turística y menos montañera aún: concierto en las fiestas de Ugao. De Teloneros, Une
Aunque el principal motivo del viaje para alguna componente de la expedición fue ver en directo a los Gatibu
Pues no estuvieron mal estos chicos, tanto que igual me apunto a verlos a Barcelona cuando vengan