Rapiñe y banquetazo en Aguas Tuertas

Hasta ahora no me había dado cuenta de que no había colgado uno de los mayores espectáculos que he visto por el monte. En septiembre de 2007, mientras subía de Candanchú al Puerto de Escalé para continuar una etapa del GR 11 que había dejado a medias (aquí), fui testigo de excepción de un banquetazo  al más puro estilo Komando Butifarra. Incluso me invitaron a participar, pero en calidad de postre, por lo que decliné tan suculento placer...

Como diría el amigo Félix... "Queridos amigos... amantes de la naturaleza"... Vamos a situarnos primero: venía desde Candanchú por el Somport hasta el parking de Espelunguere, para subir al puerto de Escalé y volver a Candanchú por el ibon de Estanés. O sea, por aquí



Ya a media subida, vi que me sobrevolaban unos graciosos pajarillos...



Yo contento por poder haberle hecho esta foto a uno de ellos, que se dejó posar



Este otro, me lo puso un poco más dificil, se veía más pequeñito



Y obsesionado con mi animalito, no me di cuenta del público...



... que se había congregado para la ocasión...



...y sin querer les di un susto, y algunos salieron corriendo



Muchos más saleron volando, quizá es que no les gustaba el menú



Agradezco la colaboración del buitre que se me plantó en medio cuando sacaba la foto de los otros dos



Ahí estaba el motivo de tanta algarabía



Otros se lo miraban desde la distancia



Komando Entrekot al completo y en plena acción





Al principio la mayoría se fue volando o corriendo, supongo que asustados por mi presencia. Y eso que di un rodeo bastante grande para molestar lo menos posible



Luego se fueron animando, y empezaba a haber una brutal competencia entre ellos. Los más fuertes mantenían a los otros a raya







Y de vez en cuando alguno se aventuraba a intentar un bocao. Menos mal que la carne fresca no les va, porque si se me ponen chulos la mitad de los que había ahí, no dejan de mí ni las gafas



Pajariiitooos, titos, titos, tiiiiitooos









Cuando ya salí de allí y empecé a subir por el GR 11, unos pastores me comentaron que tenían segundo plato, ya que otra res estaba en las últimas a pocos metros de allí; al rodear el ibón de Estanés, me encontré también un carnero con todos los números de acabar siendo el postre...

Un espectáculo de los que se ven pocas veces en la vida. Ni que decir tiene que el sonido era aterrador...

En fin, que aproveche

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