Salgo de l'Aldea en dirección al delta para ir a buscar el Canal Nou de Camarles. Al fondo, los Ports de Tortosa, que van a estar presentes durante todo el camino
Junto al canal pasa el GR 92, muy mal señalizado. Creo que sólo vi un par de marcas de pintura y en bastante mal estado. Al fondo el Montsià, por donde sube la última etapa del GR 92, y se adivina Amposta justo debajo
Al otro lado, todo llano: el Delta del Ebro
El Canal Nou de Camarles desde un puente. Se ven al fondo las casas de l'Aldea
Para no cruzar la autovía tengo que dar un rodeo hasta la carretera de Deltebre, donde dejo el GR 92; una vez allí sigo el Canal de l'Esquerra de l'Ebre hasta que puedo cruzarlo por esta esclusa. Creo que este es el único desnivel que tiene la ruta; por lo demás, todo llano
Al otro lado enlazo ya con el GR 99 o camino natural del Ebro. De Deltebre tendría que venir yo...
El GR 192, que comparte itinerario con el 99 hasta Campredó, enlaza por el puente colgante de Amposta sobre el Ebro. La última vez que vine, hace casi un año y medio, ya estaba cerrado por obras y todavía sigue igual
Paso de largo Amposta, sin llegar a entrar, y continúo junto al Canal de l'Esquerra de l'Ebre. Detrás el Montsià, que me dejó muy buena impresión cuando acabé el GR 92
Paso primero bajo la autopista...
... y después bajo la vía del tren
El puente del tren se apoya sobre la Pedrera, extremo sur de la pequeña Serra de les Veles
Geográficamente este lugar está considerado el punto de inicio del Delta del Ebro. Atrás queda la tierra peninsular; hacia delante una extensa llanura de menos de 20 m. de altitud, sembrada de arrozales. El resalte rocoso de la izquierda, sobre el que se asienta uno de los estribos del puente del ferrocarril para lanzar su estructura hacia el Ebro, se considera la línea de costa existente antes de que el delta empezara a crecer. Desde este punto hasta el faro del Garxal, el caminante recorrerá aún más de 25 km. por tierras que el río le ha ganado, poco a poco, al mar.
Tras el fin de la última glaciación (hace unos 10.000 años) y el consiguiente ascenso del nivel del mar, la línea costera retrocedió hacia el interior de la península. En esa situación, cuando el Ebro alcanzaba el mar depositaba, cerca de la orilla, todos los sedimentos que traía consigo, creciendo de esta manera progresiva el sistema deltaico. Sin embargo, no es desde hace poco más de 1.500 años que estos sedimentos se constituyeron como tierras emergidas. Las personas que habitaron estos lugares a lo largo de los últimos siglos tuvieron que ir cambiando sus enclaves portuarios y pesqueros, adaptándolos a la tierra viva y caprichosa que era el delta y su río, en constante movimiento. En la actualidad, debido principalmente a la sucesión de embalses que escalonan el Ebro en toda su cuenca, la cantidad de aportes que alcanzan la desembocadura es tan escasa que no permiten el crecimiento deltaico, siendo las olas las que ganan terreno y redibujan la línea costera
(panel informativo del GR 99 en la Pedrera)
El GR continúa un buen rato junto al canal. A lo lejos están las montañas de Collredó y el Coll de l'Alba
Torre de Campredó, un poco apartada del camino
Voy acercandome a Campredó mientras los payeses siembran los campos de arroz
Estación de Campredó, por la que paran dos trenes al día, uno en cada sentido. Aquí el GR 192 se separa y sube hacia el Coll de l'Alba y la Buinaca
A partir de Campredó el camino se hace bastante monótono y aburrido, además es todo asfaltado. La última parte hasta Tortosa no tiene demasiado interés.
Los Colls de Santa Catalina, primeras estribaciones de lo que más adentro se convierte en las sierras de la Buinaca, Cardó y el Boix
Del otro lado, el Ebro y los Ports de Tortosa coronados por el Mont Caro
(clicar encima para ampliar)
Una casa chula junto al camino, rodeada de almendros en flor
El camino llega a una rotonda de la carretera C-42, poco antes de entrar a Tortosa, y continúa junto a un polígono industrial por el Camí del Mig, antigua carretera de Barcelona a Valencia. De tanto en tanto se dejan ver las montañas del Coll de l'Alba
No queda más que entrar en Tortosa y cruzar bajo el Pont del Mil·lenari, para seguir por el paseo junto a la orilla. Antes de acabar, una última foto del Caro...
... y del Ebro a su paso por Tortosa
Aún tuve tiempo de hacer una corta visita por Tortosa mientras esperaba el tren de vuelta: el Castell de la Suda, parador de turismo, es una de las joyas de la ciudad
A mal tiempo, buena cara: aunque no he podido hacer lo que tenía previsto, al menos he podido sacar fotos de un tramo del GR 92 del que no guardaba ninguna
Etapa siguiente GR 192 (en sentido contrario):
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