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Tras las anteriores etapas junto al mar, el GR 92 hace un paréntesis y vuelve a internarse ligeramente hacia el interior, ascendiendo a la Serra de l'Ardenya, donde hay buenos miradores. Por desgracia, entre la neblina que me encontré y la calidad del escaneado de las fotos, pues no me han quedado bien reflejadas las vistas.
Tras las anteriores etapas junto al mar, el GR 92 hace un paréntesis y vuelve a internarse ligeramente hacia el interior, ascendiendo a la Serra de l'Ardenya, donde hay buenos miradores. Por desgracia, entre la neblina que me encontré y la calidad del escaneado de las fotos, pues no me han quedado bien reflejadas las vistas.
Empieza el recorrido junto a una riera, en un primer momento, para ascender luego hasta la urbanización la Casa Nova, donde enlaza con la variante 92-1. Buenas vistas sobre Sant Feliu y la Costa Brava, aunque aquí no lo parezca
Pese a los recientes incendios, la vegetación hace lo que puede por recuperarse
Muchas masías abandonadas por el camino: Can Codolar
Merece la pena desviarse unos pocos cientos de metros hasta el Puig de les Cadiretes (518 m.), en el límite entre el Baix Empordà y la Selva, aunque la niebla oculta las buenas vistas sobre el mar y la Serra de l'Ardenya
A lo lejos, empieza a aparecer tímidamente el Montnegre
La zona está señalizada por muchos itinerarios, llegué a contar hasta ocho marcas de pintura distintas en un mismo lugar. Ya de bajada me encontré con lo que queda de la ermita de la Mare de Déu de Gràcia
Ya sólo queda la bajada hacia Tossa, un pueblo encantador (cuando no está infestado de guiris) que merece una visita y un paseo por sus calles
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