Con los calores que están cayendo estos días ya va bien recordar alguna invernal. Esta la hicimos con Marc en enero de 2.008, y entre nosostros pasará a la historia por... bueno, por lo que vendrá después. No hacía mucho frío ni había demasiada nieve, así que nos acercamos a una de las montañas menos conocidas del prepirineo catalán, entre los Rasos de Peguera y el Pedraforca. Quizá por la cercanía del coloso del Berguedà, quizá por la modesta altura de sus cimas, la Serra d'Ensija no es uno de esos sitios donde la masificación casi hace perder las ganas de subir. Y espero que siga así por mucho tiempo...
Además, a esta sierra le tengo un cariño especial. Aquí tuve mi primer contacto con la "montaña" en mayusculas. La Gallina Pelada fue mi primera cima, en otoño de 1.988, cuando subimos por la vertiente norte con los compañeros de la UEC de Gràcia. Desde entonces, sólo había vuelto para hacer una etapa del GR 107. Y lo que en aquella ocasión me pareció poco menos que un martirio, con un mochilón más grande que yo (de aquellos con hierrajos desmontables que se te clavan en la espalda), para el que nos estuvimos dos días enteros, pues ahora hicimos una ruta más larga que se me hizo una matinal muy agradable y con unas vistas de órdago. Y si no, vean, vean...
Accedimos por la pequeña carretera que desde la central térmica de Cercs, en el Eix del Llobregat, sube al pueblo de Sant Corneli y continúa hasta la Creu de Fumanya. Allí dejamos el coche y continuamos por la pista, asfaltada al principio, que sube hasta la antigua estación de esquí de Rasos de Peguera. Hacía frío, a primera hora de la mañana...
Desde aquí se ve un buen trecho de la ascensión que vamos a realizar: subir primero a l'Estret (collado a la izquierda) y rodear por detrás la Roca Gran del Ferrús (centro) para atacar la cima casi resiguiendo la cresta
El sol iba apareciendo, pero eso no caldeaba el ambiente. Este charquito da prueba de ello
En el siguiente cruce de pistas, nos reencontramos con la que viene de Peguera. Aquí aparece el GR 107, que seguiremos hasta l'Estret. Pasamos primero por la masía del Ferrús, bajo un pedrusco que parece estar esperando a caerte encima
Las ruinas de la masía, ahora bajo la mirada de la Roca Gran del Ferrús
Mientras vamos subiendo se abren valles por debajo, totalmente desconocidos para los profanos de esta tierra: la Vall de l'Aigua de Llinars
Y por encima, unos paredones que dan ganas de ponerse a treparlos
Entre tanto, seguimos subiendo por el bosque. Atreyu aparece entre los árboles cual alegre hobbit...
... y el Coll de l'Estret se va acercando, mientras las paredes de roca se cierran cada vez más
Poco antes de l'Estret, con el bosque que vamos atravesando y los Rasos de Peguera detrás
Entre medio de la niebla, de vez en cuando, aparece una silueta muy familiar, como la cresta de un dragón
Primera parada en l'Estret. La Vall de l'Aigua d'Ora por debajo
Hacia Poniente, otras montañas no muy frecuentadas: las sierras del Cap del Verd y el Port del Comte detrás
A partir de l'Estret, dejamos el GR 107, que se dirige al Coll del Portet y Gòsol; cambiamos de dirección y parece que vayamos a subir directos hacia la cima de la Gallina Pelada
Mientras tanto encontramos el único paso "respetable", por así llamarlo, de la ascensión. No tiene nada del otro mundo, que no sea un tremendo patio por debajo; como para ir rodando otra vez hasta la masía del Ferrús. Con nieve, ya no se si lo hubiéramos pasado, porque no acojonaba pero imponía respeto
En fin, nada que no nos impida continuar hasta casi la azotea de la Roca Gran del Ferrús, que antes veíamos desde abajo. Aquí empezamos a tomar conciencia del tremendo "mar de nubes" que cubría media Catalunya. No era la típica niebla matinal, como nos había parecido al principio, sino que a la hora que era y con el calor que empezaba a meter, parecía que no iba a disiparse
Eso era ahí abajo, en el llano, porque lo que es en el monte, pegaba un lorenzo considerable. Los Rasos de Peguera aparecían cercanos y limpios de cualquier atisbo de nube o niebla
Seguimos subiendo por el bosque hasta encontrar un falso collado muy poco por debajo de la cresta principal. Foto de Atreyu con el menda tapando el Pedraforca y el Cadí al fondo
Este era otro de esos sitios que dices: no hay peligro de caerse, pero como me caiga, no me paro hasta ahí abajo
Enlazamos ya con la última rampa...
...antes de aparecer en el tramo final de cresta. Ya tenemos la cima a tiro
Y ahora descubrimos la vertiente norte, mucho más nevada y con un perfil muy diferente. Por ahí subí yo hace 20 años
Aquí también contemplamos el mar de nubes que cubre todo lo que hay por debajo de 1.000 m.
Últimos metros de cresta. Tampoco tiene ninguna dificultad, pero no hay que bajar la guardia en ningún momento, pues un resbalón nos llevaría de nuevo al coche por la vía directa
Ahí está...
20 años después para mí, y por primera vez para Marc, la cima de la Gallina Pelada o Cap Llitzet, 2.321 m.
Vamos con las panos desde la cima
(clicar encima para ampliar)
Tras el almuerzo y la sesión de fotos en la cima, continuamos la ruta programada. No nos hubiera costado nada reseguir la cresta para disfrutar aún más de las vistas, pero al ser un continuo sube y baja y como ya estbamos algo cansados, nos alejamos de ella unos pocos metros...
...mientras seguimos contemplando el Pedraforca y el Cadí hacia el norte...
...para irnos acercando al cercano refugio Delgado Úbeda, en los Rasos d'Ensija
Aquí llega el camino normal de subida desde la pista de Coll de la Trepa, en la carretera de Saldes a Gòsol. Tengo poco recuerdo de la primera vez, pero después del palizón que significó para mí, me parece que prometí no volver a pisar una montaña en mi vida. Hay que ver como pasa el tiempo...
Nostalgias aparte, continuamos en dirección al collado que separa la Creu de Ferro (otra de las cimas de la sierra) de los Rasos d'Ensija. Un terreno sin ninguna complicación
Desde el collado no puedo evitar desviar la vista de nuevo al mar de nubes que llega hasta el Montseny
Aquí iniciamos el descenso por un barranco, casi directos de nuevo a la Creu de Fumanya
Se le llama el Barranc de les Pedregoses, y parece que ha habido algún alud, años atrás
De ahí salimos a un sendero, luego a una pista y en pocos minutos al coche otra vez...
... pero no acabaron ahí las aventuras de estos dos intrépidos jovenzuelos.
Justo antes de salir, Marc me dijo:
- Recull la càmara que te la deixaràs a sobre del cotxe
Y le contesto:
- Tranquil, que ara l'anava a agafar
Allí se quedó la cámara... hasta la semana siguiente. Lástima que ya han desaparecido los hilos de Mendiak, porque el cachondeo que nos pegamos (a mi costa) y la suerte que tuve, fueron mayúsculos.
Otra versión en el blog de Marc
Gracias otra vez a Marc, sin su ayuda no existiría ahora este repor... ni mi cámara