Excursión familiar a una cima mítica catalana y primer 2.000 de este lado del Pirineo. 13 personas y 4 perros nos juntamos para ascender al Canigó, huyendo de la ruta clásica y masificada para acercarnos al Pic de Barbet, bajar a la Portella de Vallmanya y hacer cima por la también conocida chimenea, donde las más peques y los perros se portaron como campeones
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Perfil y más datos
A la salida del refugio de Cortalets (2.150 m.) no teníamos muy claro el camino, ahora por aquí, ahora por allá, pero al final lo encontramos y empezamos a ascender rápidamente por un bosque, hasta que se acabaron los árboles, abriendose amplias vistas; en primer término el Pic de Barbet, y detrás de él, nuestro objetivo, el Canigó
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Por el lado opuesto del circo sube el itinerario normal, directamente por la cresta del Canigó. Por ahí bajaremos
Las nubes se quedan abajo, tapando el valle de Conflent, aunque algunas van subiendo y amenazando constantemente, sin llegar a descargar; ocultan a medias el Pic de la Gallinassa (2.461 m.)
Al final alcanzamos la cresta de Barbet, donde se suaviza un poco el ascenso...
... y aprovechamos para reponer fuerzas
Ahora sólo queda un desnivel de un centenar de metros para cambiar de vertiente
Después del papeo nos volvemos a disgregar. La subida ahora es menos pronunciada
En todo momento tenemos una impresionante vista de las murallas del Canigó, con el Barbet a la izquierda y el Gasamir de Dalt detrás de la Brecha Durier
Nos acercamos al Coll de Barbet
La Brecha Durier, más de cerca; por debajo asciende un canal infernal, directamente desde el fondo del circo
Desde el Coll de Barbet perderemos altura para pasar junto a la Portella de Vallmanya, bajo el Puig Sec (2.665 m.); por detrás asoman, medio ocultos por las nubes, los demás gigantes del macizo: el Roc Negre, el Tretzevents y el Puig dels Set Homes
Justo encima de la Portella de Vallmanya el camino se bifurca; unos cuantos no llegamos a bajar, nos metimos por un sendero escarpado que poco después se vuelve a juntar con el que viene de la Portella, por donde fueron el resto
En la Portella también se baja hacia el Valle de Cadí y el refugi de Marialles, otra ruta conocida para la ascensión
Ahora la cosa se empieza a poner cuesta arriba. Por encima de nuestras cabezas, la imponente cresta que une el Gasamir con el Canigó
Debajo queda el valle de Cadí y los senderos que lo recorren, unos vienen de Marialles y otros del Tretze Vents (2.731 m.), al fondo
No sin esfuerzo alcanzamos la Brecha Durier, abierta con dinamita por un ingeniero de minas en 1896
También se puede subir por este canal que asciende desde el fondo del circo hasta la brecha... no recomendable en condiciones invernales
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Sólo nos falta remontar las últimas pedreras para acercarnos a la base de la chimenea...
... donde ya han llegado los que van en cabeza
Empieza la diversión.
El también famoso "gendarme" que vigila la entrada de la chimenea
A mitad de la trepada, el valle de Cadí por debajo...
... y lo que nos queda por arriba. La ventaja es que saldremos directamente al lado mismo de la cima
Al asomarnos a la cornisa, aparece el fondo del circo del Canigó, muchos metros por debajo
Cristina, David y Toni en plena faena
Las paredes del circo impresionan
Últimos pasitos, ayudando a Lluna y Sau, que se quedaron bloqueados sin saber subir ni bajar...
Y foto de familia (con algunos "arrejuntaos") en la cima del Canigó, 2.784 m.
No hace falta decir que las vistas son acojonantes, aun estando el cielo medio tapado: hacia la cresta de los Gasamirs, con la zona de Vallter-Costabona al fondo, tapada
Mar de nubes sobre el Conflent, en dirección al Carlit
Otro tanto sobre el Barranc de les Conques
En fin, bajada por el camino tradicional, aunque a esta hora (las 4 de la tarde) no encontramos a nadie
En poco tiempo ya llegamos a la zona de los Estanyols
Uno de los pequeños ibones
Y última mirada al primer gigante pirenaico, que visto desde aquí parece casi inaccesible